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REPUBLICA ARGENTINA

viernes, 25 de noviembre de 2011

El aprendizaje como proceso y como resultado

Para poder hablar con sentido de la evaluación de los aprendizajes conviene que aclaremos previamente algunas ideas sobre el propio aprendizaje. Comencemos por distinguir dos maneras diferentes pero complementarias de entender este concepto: el aprendizaje puede entenderse como un proceso o como un resultado. El aprendizaje puede entenderse como un proceso, es decir como el camino que se recorre mientras se aprende, o como un resultado es decir como lo que se logra. A veces a este resultado se le llama conocimiento. Así decimos que sabemos lo que hemos aprendido.
Esta distinción es relevante, y nos será de gran utilidad más delante en este texto, porque no es lo mismo evaluar el aprendizaje entendido éste como un proceso o si, por el contrario lo consideramos como un resultado.

Podemos representar un proceso como un camino, es decir como algo que se desarrolla en el tiempo, con su inicio, su transcurso y su finalización o meta. El resultado en cambio, sería un punto o situación dentro de ese camino. Un río y su cauce son imágenes adecuadas para representarnos qué es un proceso. El río nace en una fuente, que es su lugar de inicio, recorre su cauce hasta desembocar en otro río o el mar. A pesar de las semejanzas señaladas también hay diferencias porque el aprendizaje suele ser un proceso abierto en el que es difícil identificar tanto su inicio como su final. A diferencia de los procesos de enseñanza que si empiezan y terminan de manera clara (lecciones, cursos, etapas, carreras,...) el aprendizaje es un camino sin inicio ni final, a no ser los de la propia vida. Aprende, en principio, el que no sabe y camina poco a poco mejorando sus respuestas. Aprender es disminuir los errores y aumentar los aciertos, es entender más, hablar mejor, calcular con más precisión y rapidez, etc. Aprender es crecer, caminar. Pero el aprendizaje también puede verse como un resultado, aunque, como ya hemos dicho, le llamamos conocimiento, y volviendo a la metáfora del río también podemos citar su caudal en un determinado punto de la misma manera que en un momento de nuestra vida podemos hacer uso de lo que sabemos. Lo que sabemos es el resultado de lo que hemos aprendido, el conjunto de los aprendizajes asimilados y sedimentados por el tiempo. No puede esconderse la similitud entre el sedimento del río y el sedimento que es el conocimiento. La metáfora sirve pues tanto para un caso, el proceso, como para el otro, el resultado.
Diacronía y sincronía son aquí los conceptos clave. El aprendizaje visto de manera diacrónica es un proceso, es un cambio, es una mejora. El aprendizaje visto de manera sincrónica, en cambio, es el resultado, el resumen de lo que sabemos. Una visión integral del aprendizaje no puede olvidar ninguna de estas dos visiones por ser ambas complementarias y mutuamente necesarias.
Veamos, ahora, qué consecuencias tiene esta distinción de cara a la evaluación. Si entendemos el aprendizaje como un proceso, la evaluación tiene que ver, fundamentalmente, con la regulación (feed-back) de ese proceso es decir con la información necesaria para ir ajustando progresivamente la respuesta al estímulo correspondiente. Aprender es, desde este punto de vista, acomodar los esquemas de actuación (Piaget) para ir progresivamente afinando, mejorando, la respuesta hasta que ésta responda de manera adecuada a la situación planteada. El aprendizaje, visto desde esta óptica, es un proceso de disminución progresiva del error, de ajuste, de regulación. Solemos decir que una persona "está aprendiendo" cuando sus respuestas son progresivamente mejores, cuando sus errores disminuyen. Solemos considerar que alguien "ya sabe" desde el punto de vista del resultado cuando comete pocos errores, pero sobre todo cuando es capaz de identificarlos y corregirlos. Así podemos decir que la autorregulación eficiente marca un antes y un después en los procesos de aprendizaje y aunque siempre se puede aprender solemos considerar a la persona que llega a ese nivel como experta, alguien que ya sabe.
En la figura 1 puede verse un diagrama que muestra de manera gráfica lo que se quiere decir cuando se afirma que el aprendizaje es un proceso de regulación. A un determinado estímulo respondemos de acuerdo con nuestros esquemas de actuación (asimilación), si la respuesta es correcta, adecuada, el esquema se refuerza; si no lo es la información sobre el error vuelve hacia el estímulo para "obligarnos" a modificar nuestro esquema de acción (acomodación). Este círculo se repite una y otra vez hasta que el esquema se modifica lo suficiente para ser capaz de producir la respuesta adecuada. Aprender, es por lo tanto ajustar el "esquema de actuación" y regular es informar de los desajustes para que estos se vayan reduciendo. La cibernética es la ciencia de la regulación y desde este punto de vista hay que afirmar que el aprendizaje es un proceso en el que la evaluación juega el papel de emisario cibernético. No debe confundirse este concepto de cibernética con el uso tecnológico que suele hacerse del mismo y debe unirse al concepto de evaluación como regulador del proceso de aprendizaje. La autorregulación eficiente marca la finalización del proceso de enseñanza e indica el inicio de otro período de aprendizaje en el que el conocimiento ya adquirido y la autonomía lograda permite que el propio aprendiz pueda dirigir de forma eficiente su propio aprendizaje, ya de manera independiente o recurriendo a otros cuando así lo considere necesario. Al inicio del proceso de aprendizaje el influjo de la enseñanza y su función reguladora es capital, pero poco a poco debe debilitarse para dar paso al progresivo protagonismo que debe ocupar la autorregulación. El aprendiz ya se ha convertido en maestro.


Figura 1: El aprendizaje como proceso.
Si entendemos el aprendizaje como un proceso, lo relevante es la progresiva acomodación de los esquemas de acción y la evaluación. Esto es útil porque sirve a la regulación. Si, por el contrario, nos interesamos en el resultado del aprendizaje (conocimiento) en un determinado momento, entonces nos situamos fuera del proceso y solo nos preocuparemos por la calidad de la respuesta en ese momento, es decir acerca de si la respuesta es la adecuada, o próxima a ella, o por el contrario equivocada o lejana. Así diremos que esa persona "sabe" si acierta y que "no sabe" si yerra. Por lo tanto desde este punto de vista lo importante es la validación, la constatación de ese resultado con independencia del proceso seguido. Un ejemplo claro lo podemos ver en las pruebas que hay que superar para lograr el permiso para conducir. El día fijado, a la hora fijada tienes que demostrar la pericia suficiente y cometer errores equivale a no superar la prueba. El examinador juzga la manera de conducir del aspirante en los momentos que comparte con él, su juicio no sirve para regular los posibles fallos sino para acreditar o no la pericia en ese momento. Como bien puede observarse la evaluación cumple, ya sea en un caso o en el otro, funciones diversas porque tiene objetivos bien diferenciados. La evaluación del proceso sirve para su regulación y la evaluación del resultado para acreditar conocimiento en un momento determinado.
Resumiendo:
- El aprendizaje puede entenderse como un proceso o como un resultado.
- El aprendizaje como proceso es el camino de acomodación de los esquemas de actuación donde la retroalimentación (feed-back) juega un papel fundamental. La evaluación sirve, precisamente, para asegurar que el proceso de regulación se establece correctamente, al informar al que aprende de las desviaciones (errores) de sus respuestas con relación a las esperadas.
- El aprendizaje como resultado es el conocimiento: lo que sabemos. Es decir nuestra capacidad sincrónica de actuar adecuadamente. La evaluación en este caso sirve de constatación, de validación, de acreditación de esa capacidad, al inferir de la respuesta adecuada la madurez del esquema de actuación.
Tarea de reflexión:
¿Recuerda cómo aprendió a andar en bicicleta? Describa someramente el proceso que siguió, a qué edad comenzó, quién lo ayudó, para qué edad terminó con este aprendizaje.
¿Recuerda cómo aprendió a hacer sumas con papel y lápiz? Describa someramente el proceso que siguió: ¿A qué edad comenzó, para qué edad terminó con este aprendizaje?


Tarea de autoevaluación

Cuando una persona que quiere obtener el permiso de conducir realiza un examen teórico tipo test, ¿qué se pretende evaluar: el proceso que siguió para aprender las normas de circulación o el resultado de ese aprendizaje? Cuando una persona asiste a clase de inglés y su profesor o profesora le indica sus fallos en la pronunciación de una palabra, esta información cómo debe considerarse: ¿como algo que sirve para mejorar el proceso de aprendizaje o como la constatación de un error de cara a una calificación?

                           El aprendizaje como camino y como posición dentro de ese camino.