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REPUBLICA ARGENTINA

martes, 12 de noviembre de 2013

FORMACIÓN PERMANENTE - Resol CFE N° 201/13

El tiempo presente del sistema educativo nos desafía a un trabajo institucional con la finalidad de afianzar y ampliar las transformaciones generadas por el proyecto educativo nacional  concertado  federalmente.
Consolidar lo realizado implica profundizar lecturas e intervenciones políticas sobre una agenda amplia de temas que un Estado fortalecido no puede eludir.
Así, la formación permanente de los docentes argentinos, de todas las escuelas públicas, de gestión estatal y de gestión privada, es un componente decisivo para la consolidación de las mejoras necesarias que den lugar a  una escuela más justa y de calidad.
Desde esta perspectiva, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) aprobado por  Resolución 201/13 y refrendado en  acuerdo paritario, convoca  al Ministerio de Educación de la Nación,  al Consejo Federal de Educación y las centrales sindicales a corresponsabilizarse  en una propuesta de formación colectiva para la docencia argentina  que reconoce en esa condición, otras posibilidades de reflexionar , transformar, potenciar  la acción educativa , en el sistema, las  escuelas y las aulas.
Así el compromiso es lograr:
·        trascender la concepción de la formación permanente  como un hecho individual sujeto a requerimientos o necesidades de una carrera profesional pensada y asumida exclusivamente en solitario;
·        valorar la formación como nota constitutiva del trabajo docente;
·         reconocer a la institución educativa como un ámbito productor de conocimiento en una realidad que está en permanente transformación y que nos demanda una mirada compleja ;
·         Combinar   la formación situada y colectiva con las formaciones individuales  para reponer el lugar central del territorio escolar en la reconstrucción de una práctica docente más efectiva.
 En definitiva promover una propuesta que posibilite recorridos diversos y complementarios, que  sea dinámica, progresiva, creativa y crítica; que permita trabajar en la legitimidad del papel del educador como productor de conocimientos y reivindique a la centralidad de la enseñanza en la tarea docente.
Un  sistema educativo es la expresión organizada de un Estado que genera y regula e invierte en las condiciones necesarias para que unos puedan enseñar y otros puedan aprender. Dicho de otra forma, es el modo en que el derecho social a la educación se materializa en cada territorio y más concretamente, en cada escuela de nuestro país.
En este proceso colectivo de  formación se asume  que los docentes forman parte de un sistema educativo que ha logrado rearticular las escuelas y lo que en ella acontece en torno de lo común: la preeminencia del derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos a lo largo de toda su trayectoria escolar.
Es la escuela la que contiene ese trabajo colectivo, lo direcciona  y significa. Y es la escuela el lugar donde las políticas públicas suscitan diferentes formas de lectura, posiciones y prácticas frente a los problemas educativos a los que intentan dar respuesta.
Así entendida, la escuela es un territorio de responsabilidades compartidas y por eso el Programa asume la formación situada.  En este escenario de corresponsabilidad y conducción compartida cada trabajador de la educación asume responsabilidades que le competen específicamente desde su propia función y se complementan con los demás colegas y en los diferentes niveles de conducción. El principio de la corresponsabilidad pretende sustituir a la práctica de la delegación. Genera marcos referenciales para el desarrollo de la profesión docente desde las relaciones de interdependencia para la garantía integral de derecho al conocimiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
En ella se juegan la posibilidad de aprender y de construir conocimiento a partir de la puesta en tensión de los saberes pedagógicos que los sujetos y las instituciones portan, las tradiciones escolares mantenidas a lo largo del tiempo, lo instituido; y de interpelar las prácticas en escenarios colaborativos y sostenidos, incorporando asimismo la voz de los alumnos, las alumnas, sus familias y comunidades (lectura situacional).
La apuesta central es generar a lo largo y a lo ancho del país un proceso universal y gratuito de formación permanente que permita el crecimiento del sistema, las instituciones y sus docentes. Es una oportunidad para visibilizar los aciertos y los desafíos pendientes, para buscar colectivamente nuevos caminos, para enfrentar núcleos problemáticos; de ahí la importancia de la participación de todo los equipo institucionales de todas las escuelas, de todas las jurisdicciones, de todos los niveles y modalidades del país.
La docencia es un trabajo profesional que requiere de una ética estatal; la llamada “cosa pública” debe estar presente en la discusión sobre la formación y la práctica docente por partida doble: por el carácter público del sistema formador y por el carácter público de las escuelas, con independencia del ámbito de gestión al que pertenezcan las instituciones.
Los procesos de  enseñanza en la institución y en el aula se verán enriquecidos a partir de la discusión y la reflexión colectiva  tanto en  el  armado de sus condiciones político- institucionales como en las estrategias pedagógicas y didácticas para llevarlos a cabo.
En síntesis, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) se propone como un proceso por medio del cual asumimos la tarea de reflexión sostenida sobre los sentidos característicos de la organización escolar a la cual se pertenece. Estos sentidos configurados como encuadres dinámicos, sin duda aportan a la identidad política-pedagógica de las escuelas en relación con el nivel y la modalidad de los que son parte, y dialécticamente enfatizan el fortalecimiento de una profesión docente en un Sistema Educativo Nacional con anclaje en cada jurisdicción.
Esto se enmarca en la articulación de  las políticas educativas vigentes para   enlazar y tramar las instituciones con los gobiernos educativos jurisdiccionales; la organización de la escuela con la enseñanza; los alumnos y alumnas en sus trayectorias y contextos.
En definitiva, lo diverso en lo común, lo individual en lo colectivo, las instituciones en sus territorios, la política y los sujetos políticos.