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REPUBLICA ARGENTINA
Trabajo: Dirección General de Desarrollo Profesional. CPE - Santa Cruz
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miércoles, 17 de noviembre de 2010
PRACTICA PROFESIONAL NIVEL III - SIMULACION DE CASOS -
Situaciones Áulicas Académicas
Ejemplo 1 - Alumnos que quedan libres por faltas
Base documental
Del Anexo 1 del Acuerdo 365
REQUISITOS PARA LA ACREDITACIÓN:
c. Asistencia:
Es un criterio que incide en la acreditación y en la promoción. Para el Nivel se exige el 80 % de asistencia al total de días de clases en el año, para cada Espacio Curricular. El alumno asistirá a la totalidad del horario de la jornada escolar que la institución haya determinado.
Dicho porcentaje se reducirá a un 70% en el caso que el alumno tenga justificación por razones de salud. El equipo pedagógico contemplará las causales, teniendo en cuenta la información recogida, para decidir la forma más conveniente con el fin de posibilitar al alumno el tránsito en la institución escolar.
De no alcanzarse los porcentajes antes mencionados, la Rectoría conformará una Comisión Ad-Hoc integrada por el Supervisor (si se encuentra en la localidad), Equipo de Conducción, los profesores del curso, el Auxiliar Docente, un representante de los Padres y un/a representante alumno/a del establecimiento quienes analizarán las causas de las inasistencias y procederán si correspondiera, a disminuir el porcentaje mínimo bajo acta respectiva. De no corresponderle, se establece el porcentaje del 50% anual requerido para cada Espacio Curricular, que deberá cumplir para poder presentarse en la Instancia Compensatoria de febrero.
Todo lo resuelto por la Comisión se informará a los padres bajo Acta de compromiso.
Cada profesor a cargo de un Espacio Curricular deberá planificar actividades para sus eventuales ausencias, de manera que el alumno pueda cumplir todas las clases que le correspondan.
Será obligación de la institución comunicar a los padres el porcentaje de asistencia cumplido por el alumno en cada Espacio Curricular, como mínimo, tantas veces como se entregue información sobre la marcha del proceso de aprendizaje de los alumnos.
En todos los casos la institución deberá solicitar al alumno la justificación inmediata de su inasistencia.
Caso:
En la Escuela Industrial N°3 de Puerto Deseado se cursan dos modalidades; Técnico Electromecánico y Técnico Electromecánico Naval.
En esta última modalidad, para poder acceder al título posterior de Conductor de Máquinas Navales (título de caracter internacional, certificado por la Organización Maritima Internacional), los alumnos deben rendir una serie de exámenes profesionales con la Armada Argentina y además, completar 200 singladuras. Esto significa que el alumno debiese estar embarcado doscientos días, de los cuales al menos cien deben ser navegados, mientras que el resto pueden cumplirse como guardias en puerto contándose cada día de guardia como media singladura.
Los alumnos pueden comenzar a embarcar a partir de finales del tercer año. Esto lo hacen con una cédula de embarque emitida por Prefectura Naval Argentina que les permite el embarco como “Alumno embarcado”. Los alumnos cumplen a bordo la función de “Engrasador” lo que les permite realizar tareas de entrenamiento en mantenimiento a bordo. A su vez se le entrega al Jefe de Máquinas una planilla para evaluar el desempeño del futuro oficial.
El problema que se presenta es el siguiente: El alumno para poder cumplir sus singladuras, debiese estar ausente al menos cien días. Si tenemos en cuenta un ciclo lectivo de 180 días, el alumno tendrá un 56% de faltas y habrá superado cualquiera de los límites previstos en el Acuerdo 365 con respecto a las inasistencias permitidas. Por lo tanto debiese quedar en condición de “libre” y rendir a partir del mes de febrero la totalidad de las materias. Al ser el último año de estudios, no pueden recursar el año.
Por otro lado el organismo auditor, la Armada Argentina, no permite los exámenes libres en las materias profesionales.
Asimismo, si el alumno deja los embarques para realizarlos una vez terminada la cursada, deja de ser alumno del establecimiento ya que recibió el título de TMN; lo que lo inhibiría para ser “alumno embarcado”.
Se los invita a hacer un debate grupal a fin de tratar de encontrar una solución académica y legal que permita a los alumnos cumplir tanto con los requisitos de la Armada, como lo exigido por el Acuerdo 365.
Ejemplo 2 - Grupos de desaprobados
Base documental
Del Anexo 1 del Acuerdo 365
REQUISITOS PARA LA ACREDITACIÓN:
c. Instancia de Compensación:
Atendiendo a la responsabilidad, que le es inherente al sistema educativo, de garantizar el logro por parte de todos los alumnos de los aprendizajes previstos para los distintos espacios curriculares es imprescindible instrumentar una instancia compensatoria.
Estas instancias están destinadas a los alumnos a los cuales se les haya detectado dificultades para alcanzar el nivel de logro mínimo esperado.
La compensación tiene dos instancias para efectivizarse:
1. La que se lleva a cabo durante el ciclo Lectivo y está asociada al seguimiento y evaluación continua del proceso de aprendizaje. A esta instancia se la denomina compensación durante el proceso.
[…]
1. Instancias de Compensación durante el proceso.
En esta instancia la compensación adquiere carácter de preventiva, en el sentido del reconocimiento de dificultades y la aplicación de estrategias didácticas que atiendan a lo específico del obstáculo, intenta evitar prematuramente la reiteración de errores. Así, la evaluación continua conduce a decisiones para la retroalimentación de la enseñanza y el aprendizaje, por lo menos se convierte en un indicador formativo. Además, es importante la comprensión por parte del alumno que el error es parte del aprendizaje y no un cuerpo extraño y contrario al mismo.
Caso:
En el dictado de la materia Física Aplicada (OMECM) a alumnos del 2° año de una Escuela Técnica de la localidad de Puerto Deseado, se trabajó tratando de articular la teoría con la vida real buscando, de esta forma, colaborar en la formación de competencias que permitan a los futuros ciudadanos afrontar con mayores posibilidades un mundo cada vez más complejo, recuperando una visión completa tanto de lo cotidiano, como de lo científico–tecnológico.
En este contexto, el docente, en la segunda mitad del año abordó los siguientes temas: enfoque sistémico, los productos tecnológicos como sistemas, sistemas de control, control automático de bucle abierto y de bucle cerrado, dispositivos de regulación y control, control de calidad y normalización.
La exposición de los contenidos reseñados, por parte del docente, fue clara y precisa, acompañada por apuntes compilados por el docente. Asimismo, las actividades realizadas por los alumnos en el laboratorio Silose del establecimiento, consistentes en el diseño y en la resolución de problemas, son una etapa básica y fundamental para el trabajo en educación tecnológica y, conjuntamente con el análisis de objetos, constituyen el punto donde el conocimiento se articula operativamente con la realidad.
La resolución de problemas, como célula básica del proceso de aprendizaje, les proporcionó a los alumnos de un cuerpo de conocimientos y un método para la lectura y análisis de los problemas, todo lo cual encuentra un sentido final en la elaboración y construcción del proyecto tecnológico. Dicha articulación operativa con la realidad, fue abordada con seriedad y compromiso por los alumnos, tanto, en la faz individual como en lo grupal.
La tarea pedagógica se basó en el valor educativo de la tecnología, teniendo en cuenta que es tan importante la teoría como la práctica el “saber hacer, saber cómo hacer, saber por qué hacer, saber qué puede pasar”. Teniendo en cuenta el valor formativo-cultural que puede llegar a tener el trabajo manual cuando se lo enfoca como solución de problema vinculado a acontecer cotidiano.
Las clases impartidas por el docente tenían tres momentos: la presentación del tema de la clase, el desarrollo del mismo a través de la metodología del aula-taller y posteriormente con la exposición de los conceptos aprendidos en el aula taller. En todo momento del desarrollo de la clase los alumnos trabajaron y participaron en forma activa. En un primer momento el alumno realizaba una lectura comprensiva de la consigna y luego se trabaja en forma grupal. En este momento del trabajo grupal podemos inferir, de acuerdo a esta experiencia observada, que el alumno reflexiona la consigna y la internaliza. Luego, en un segundo momento, en el trabajo de grupal proyecta y planifica el diseño que van a realizar en el grupo de trabajo; en otro momento lo Hace, es decir manipula y construye el diseño; y en la última etapa del trabajo práctico lo comunica a los restantes grupos de pares que conforman el grupo de clase
Los alumnos individualizaron la situación problemática, vinculada al quehacer tecnológico, que despertó su curiosidad o interés, destacando las implicaciones de orden técnico, científico, cultural, económico o social presentes en el caso. En ese sentido, se podría afirmar que los resultados de los trabajos en el aula taller fueron óptimos, tanto en su presentación como en su resolución por parte de los alumnos, los cuales realizaron prototipos, algunos incluso motorizados, de sus proyectos.
La evaluación fue del tipo continua en clase; mediante evaluaciones del tipo “multiple choice” con el cierre de los ejes temáticos; y en forma grupal en base a las presentaciones de los proyectos terminados.
Si bien la evaluación continua fue buena, los cierres trimestrales fueron pobres en el registro de rendimientos; y, a pesar del interés despertado en el grupo, solo se consiguió un 65% de aprobados en la instancia final de integración, la cual consistía en la elaboración completa de un proyecto tecnológico siguiendo el método sistémico y la construcción de un prototipo que integrara los saberes y competencias desarrollados en el curso.
Se los invita a hacer un debate grupal con el fin de tratar de encontrar una manera de realizar la compensación.
Lic. Marcelo A. Mazza
Ing. Jorge Combina
martes, 16 de noviembre de 2010
DIDACTICA ESPECIFICA - Materiales de Enseñanza
Si nos preguntamos qué son los materiales de enseñanza, nos encontramos con que no existe una única concepción o definición posible.
Cabe destacar que una visión que predominó acerca de los materiales curriculares, estuvo ligada a una concepción instrumental de los mismos, entendiéndolos como recursos utilizados por los educadores para el logro de objetivos prefijados.
El tratamiento de este tema adquiere relevancia porque son las editoriales y los equipos de administración del sistema educativo, quienes elaboran los materiales para apoyar la labor docente. En este sentido, es necesario construir claves para el análisis, la interpretación y la selección, en función de las concepciones que estos materiales sustentan y de las actividades que proponen para la enseñanza.
Por otra parte, esta cuestión resulta de importancia por cuanto la selección y uso de los materiales curriculares debe conllevar a la reflexión que incluya el aporte de los docentes, alejando la concepción de éstos como meros consumidores de los mismos.
Coexisten concepciones amplias y concepciones más restringidas sobre los materiales de enseñanza. También concepciones ligadas al grado de complejidad o sofisticación de los mismos.
Una concepción amplia de los materiales curriculares abarca a los libros de texto, textos sobre didáctica general o didácticas especiales, experiencias de innovación, experiencias de evaluación de proyectos, entre otros. Esto implica instrumentos y medios que provean al educador de pautas, recursos y criterios para la toma de decisiones en el aula.
Una concepción restringida de los materiales curriculares incluye solamente a los libros de texto y otros materiales editados para que los docentes los utilicen para el desarrollo del currículum en instituciones particulares, como son las instituciones educativas.
Las concepciones ligadas al grado de complejidad de los materiales curriculares, abarcan desde aquellos elementos ya institucionalizados y de uso corriente en las aulas, hasta elementos ligados al desarrollo tecnológico reciente. Como ejemplo de ambos extremos podemos nombrar elementos como la tiza y el pizarrón, hasta el desarrollo de software educativo.
Junto con las concepciones anteriores, otros autores han desarrollado distintas criterios para clasificar los materiales curriculares. De todas estas clasificaciones nos interesa tomar la definición que propone M. Area Moreira (1999) en la que diferencia materiales curriculares de otros materiales que no son elaborados con fines pedagógicos, pero que, sin embargo, los docentes pueden integrarlos a sus prácticas de enseñanza para el desarrollo del currículum.
En esta oportunidad, la clase revisa algunas cuestiones generales sobre los materiales de enseñanza. Pero también, les propongo detenerse en algunas cuestiones un tanto más específicas.
En particular, dentro del amplio espectro de materiales de enseñanza, hay dos grupos que se destacan por diversos motivos:
- Los libros de texto, en la medida que constituyen la herramienta más utilizada por los docentes de primaria o EGB y de nivel medio o polimodal.
- Los materiales en formatos digitales, que por la novedad que representan y por la demanda social que impulsa su uso, por lo que requieren una reflexión especial.
Esta clase la dedicaremos al primer tipo de materiales.
Para comenzar a trabajar...
Lean “Materiales curriculares: los libros de texto”, incluido en “Teoría y desarrollo del curriculum” de Angulo y Blanco.
Es interesante puntualizar dos elementos: por un lado, la reflexión que la autora hace respecto de la “política de los textos” y, en segundo lugar, la metodología que propone para analizar los libros.
A partir de la lectura de la bibliografía hasta aquí detallada y de vuestra experiencia por favor, identifiquen argumentos a favor del uso de los libros de texto y reparos acerca de dicha utilización.
Ahora bien, el artículo de Mascaró Florit, realiza una "defensa" de los libros de texto. Les sugiero que luego de leerlo lleven adelante la siguiente actividad:
a- por un lado, "respóndanle" a los planteos que realiza desde lo que trabajamos en esta clase hasta aquí
b- por el otro, "contéstense" a sus propias argumentaciones a partir de los elementos que este artículo les ofrece.
Reflexionen:
- Al pensar en el desarrollo curricular, ¿qué alternativas al uso de los libros de texto se les ocurren? ¿Es esto viable?
- De todos modos, y como bien sabemos, el uso de los libros de texto está altamente extendido en el medio escolar. Por lo tanto, les propongo que piensen ¿qué consideraciones realizarían para hacer un uso más crítico de estos materiales?
- Nieves Blanco desarrolla una propuesta para indagar los libros de texto, comparen la misma con los criterios que propone Martínez Bonafé en su artículo.
Para terminar con la clase de hoy, sería interesante que:
¨ Seleccionen un libro de texto.
¨ Lo analicen utilizando un instrumento que ustedes construyan a partir de la adaptación de los instrumentos de evaluación de materiales que encontraron en la bibliografía de esta clase.
¨ Luego de realizar vuestro análisis, respondan: ¿recomendarían a otro docente ese material de enseñanza?. Expliquen por qué lo harían o por qué no.
- ANGULO RASCO, JOSÉ FÉLIX Y BLANCO, NIEVES (1994), “Cap. 12: Materiales curriculares: los libros de texto”, en: Teoría y desarrollo del curriculum, Málaga, Aljibe, pp. 263 a 280.
- MARTÍNEZ BONAFÉ, J. (1992) “¿Cómo analizar los materiales?” en Cuadernos de Pedagogía Nº 203.
- MASCARÓ FLORIT, J. (1995), "Sobre los libros de texto: una breve defensa" en: Cuadernos de Pedagogía Nº 235
Bibliografía complementaria:
- Al que le interese el tema, el libro de Apple, “Maestros y textos”, es muy recomendable.
Suerte y nos leemos en los grupos de trabajo que han conformado.
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