El tiempo
presente del sistema educativo nos desafía a un trabajo institucional con la
finalidad de afianzar y ampliar las transformaciones generadas por el proyecto
educativo nacional concertado federalmente.
Consolidar
lo realizado implica profundizar lecturas e intervenciones políticas sobre una
agenda amplia de temas que un Estado fortalecido no puede eludir.
Así, la
formación permanente de los docentes argentinos, de todas las escuelas
públicas, de gestión estatal y de gestión privada, es un componente decisivo
para la consolidación de las mejoras necesarias que den lugar a una escuela más justa y de calidad.
Desde esta
perspectiva, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) aprobado
por Resolución 201/13 y refrendado
en acuerdo paritario, convoca al Ministerio de Educación de la Nación, al Consejo Federal de Educación y las
centrales sindicales a corresponsabilizarse
en una propuesta de formación colectiva para la docencia argentina que reconoce en esa condición, otras
posibilidades de reflexionar , transformar, potenciar la acción educativa , en el sistema, las escuelas y las aulas.
Así el
compromiso es lograr:
·
trascender la concepción de la formación
permanente como un hecho individual
sujeto a requerimientos o necesidades de una carrera profesional pensada y
asumida exclusivamente en solitario;
·
valorar la formación como nota constitutiva del
trabajo docente;
·
reconocer a la institución
educativa como un ámbito productor de conocimiento en una realidad que está en permanente transformación y que nos demanda una mirada compleja ;
·
Combinar
la formación situada y colectiva con las formaciones individuales para reponer el lugar central del territorio
escolar en la reconstrucción de una práctica docente más efectiva.
En definitiva promover una propuesta
que posibilite recorridos diversos y complementarios, que sea dinámica, progresiva, creativa y crítica;
que permita trabajar en la legitimidad del papel del educador como productor de
conocimientos y reivindique a la centralidad de la enseñanza en la tarea
docente.
Un sistema educativo es la
expresión organizada de un Estado que genera y regula e invierte en las
condiciones necesarias para que unos puedan enseñar y otros puedan aprender.
Dicho de otra forma, es el modo en que el derecho social a la educación se
materializa en cada territorio y más concretamente, en cada escuela de nuestro
país.
En este
proceso colectivo de formación se
asume que los docentes forman parte de un sistema educativo que ha logrado rearticular las escuelas y lo que
en ella acontece en torno de lo común: la preeminencia del derecho a la
educación de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos a lo largo de
toda su trayectoria escolar.
Es la escuela la que contiene ese trabajo
colectivo, lo direcciona y significa. Y
es la escuela el lugar donde las políticas públicas suscitan diferentes formas
de lectura, posiciones y prácticas frente a los problemas educativos a los que
intentan dar respuesta.
Así
entendida, la escuela es un territorio
de responsabilidades compartidas y por eso el Programa asume la formación
situada. En este escenario de
corresponsabilidad y conducción compartida cada trabajador de la educación
asume responsabilidades que le competen específicamente desde su propia función
y se complementan con los demás colegas y en los diferentes niveles de
conducción. El principio de la corresponsabilidad pretende sustituir a la
práctica de la delegación. Genera marcos referenciales para el desarrollo de la
profesión docente desde las relaciones de interdependencia para la garantía
integral de derecho al conocimiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
En ella se
juegan la posibilidad de aprender y de construir conocimiento a partir de la
puesta en tensión de los saberes pedagógicos que los sujetos y las
instituciones portan, las tradiciones escolares mantenidas a lo largo del
tiempo, lo instituido; y de interpelar las prácticas en escenarios
colaborativos y sostenidos, incorporando asimismo la voz de los alumnos, las
alumnas, sus familias y comunidades (lectura situacional).
La apuesta
central es generar a lo largo y a lo ancho del país un proceso universal y
gratuito de formación permanente que
permita el crecimiento del sistema, las instituciones y sus docentes. Es una
oportunidad para visibilizar los aciertos y los desafíos pendientes, para
buscar colectivamente nuevos caminos, para enfrentar núcleos problemáticos; de
ahí la importancia de la participación de todo los equipo institucionales de
todas las escuelas, de todas las jurisdicciones, de todos los niveles y
modalidades del país.
La
docencia es un trabajo profesional que requiere de una ética estatal; la
llamada “cosa pública” debe estar
presente en la discusión sobre la formación y la práctica docente por partida
doble: por el carácter público del sistema formador y por el carácter público
de las escuelas, con independencia del ámbito de gestión al que pertenezcan las
instituciones.
Los
procesos de enseñanza en la institución y en el aula se verán enriquecidos a
partir de la discusión y la reflexión colectiva
tanto en el armado de sus condiciones político-
institucionales como en las estrategias pedagógicas y didácticas para llevarlos
a cabo.
En
síntesis, el Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) se propone como un proceso por medio del cual asumimos la
tarea de reflexión sostenida sobre los sentidos característicos de la
organización escolar a la cual se pertenece. Estos sentidos configurados como
encuadres dinámicos, sin duda aportan a la identidad política-pedagógica de las
escuelas en relación con el nivel y la modalidad de los que son parte, y
dialécticamente enfatizan el fortalecimiento de una profesión docente en un
Sistema Educativo Nacional con anclaje en cada jurisdicción.
Esto se
enmarca en la articulación de las
políticas educativas vigentes para
enlazar y tramar las instituciones con los gobiernos educativos
jurisdiccionales; la organización de la escuela con la enseñanza; los alumnos y
alumnas en sus trayectorias y contextos.
En definitiva,
lo diverso en lo común, lo individual en lo colectivo, las instituciones en sus
territorios, la política y los sujetos políticos.