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REPUBLICA ARGENTINA

domingo, 15 de mayo de 2011

ADOLESCENCIA

La adolescencia es una etapa de transición que no tiene límites temporales fijos. Ahora bien, los cambios que ocurren en este momento son tan significativos que resulta útil hablar de la adolescencia como un periodo diferenciado del ciclo vital humano. Este periodo abarca desde cambios biológicos hasta cambios de conducta y status social, dificultando de esta manera precisar sus limites de manera exacta. (Hamel y Cols. 1985) La adolescencia comienza con la pubertad, es decir, con una serie de cambios fisiológicos que desembocan en plena maduración de los órganos sexuales, y la capacidad para reproducirse y relacionarse sexualmente.
El intervalo temporal en que transcurre comienza a los 11−12 años y se extiende hasta los 18−20. Sin
embargo no podemos equiparar a un niño de 13 con uno de 18 años; por ello hablaremos de adolescencia temprana entre los 11−14 años (que coincide con la pubertad), y luego de un segundo periodo de juventud o adolescencia tardía entre los 15−20 años; su prolongación hasta llegar a la adultez, dependerá de factores sociales, culturales, ambientales, así como de la adaptación personal.( Marquez L., Phillippi A. 1995)

En la adolescencia temprana, el individuo continúa la búsqueda de independencia pero con nuevo vigor y en nuevas áreas. Desea mas privilegios y libertades, como también, menos supervisión adulta. Se preocupa principalmente de su "status" con sus pares inmediatos, quiere parecerse a los otros por la sensación de encontrarse fuera de lugar con respecto a ellos.
Sus diferencias individuales son más marcadas, pero su calidad de individuo único todavía no es
completamente entendida ni aceptada.
El adolescente mayor comparte muchas de las preocupaciones del adolescente temprano, pero además tiene el problema de hacerse un lugar en la sociedad adulta, siente la obligación de encontrar una identidad propia. En resumen, se puede afirmar que el joven adolescente se preocupa de quién y qué es, y el adolescente mayor, de qué hacer con eso. (Hamel y Cols. 1985)

En sociedades diferentes a la nuestra y también en la misma sociedad occidental, en otros tiempos, la
adolescencia puede, o podía, darse por terminada con el matrimonio y la entrada en el mundo laboral. En la actualidad, y dentro del contexto occidental, la generalizada demora del momento del matrimonio, la situación de prolongación de los estudios y, sobre todo, el desempleo juvenil, ha hecho difícil la delimitación final de la edad adolescente; en definitiva la sociedad occidental ha contribuido a alargar la adolescencia mucho más de lo habitual en otras sociedades. Lo recientemente acotado, es una realidad hoy en día en nuestro país. (Bobadilla E., Florenzano R. 1981)
Los cambios biológicos marcan el inicio de la adolescencia, pero esta no se reduce a ellos, sino que se
caracteriza además por significativas transformaciones psicológicas y sociales.

Desarrollo Cognitivo del Adolescente

El niño de 11−12 años va entrando en lo que la Escuela de Ginebra denomina: Periodo de operaciones
formales, el pensamiento lógico ilimitado, que alcanza su pleno desarrollo hacia los 15 años. (Estudios
posteriores lo prolongan hasta los 18−20 años).
Este periodo (de las operaciones formales) se caracteriza por el desarrollo de la capacidad de pensar más allá de la realidad concreta. La realidad es ahora un subconjunto de lo posible, de las posibilidades para pensar.
En la etapa anterior el niño desarrollo un número de relaciones en la interacción con materiales concretos; ahora puede pensar acerca de la relación de relaciones y otras ideas abstractas.

El adolescente de pensamiento formal tiene la capacidad de manejar, a nivel lógico, enunciados verbales y proposiciones en vez de objetos concretos únicamente (pensamiento proposicional). Es capaz de entender plenamente, y apreciar las abstracciones simbólicas del álgebra y las críticas literarias, así como el uso de metáforas en la literatura. A menudo se ve involucrado en discusiones espontáneas sobre filosofía y moral, en las que son abordados conceptos abstractos, tales como justicia y libertad.
Desarrolla estrategias de pensamiento hipotético−deductivo, es decir, ante un problema o situación actúa elaborando hipótesis (posibles explicaciones con condiciones supuestas), que después comprobará si se confirman o se refutan. Puede manejar las hipótesis de manera simultánea o sucesiva, y trabajar con una o varias de ellas.
La comprobación de las hipótesis exige la aplicación del razonamiento deductivo: capacidad de comprobar sistemáticamente cada una de las hipótesis establecidas, después de seleccionarlas y analizarlas.
Importante es mencionar que estudios posteriores han ido matizando algunas de las ideas expuestas por
Piaget, aunque los conceptos anteriores parecen mantenerse.

( Piaget, J.)