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REPUBLICA ARGENTINA

sábado, 14 de noviembre de 2009

Curso ESI "EDUCACION SEXUAL INTEGRAL" Pcia de SANTA CRUZ - TRABAJO PRACTICO


“Lo esencial es invisible a los ojos”

Consigna:

Teniendo en cuenta la lectura del texto de Faur E. ¿Escrito en el cuerpo? Género y derechos humanos en la adolescencia:
- Pensá, describí y analizá dos o tres situaciones cotidianas de la escuela donde trabajas (situaciones de clase, en el recreo, en la sala de profesores, etc) en las que observas que la sexualidad y las relaciones de género están siendo “enseñadas” o de las cuales se “habla” sin que esto sea visible.

Situación 1: en el recreo…

Unos minutos antes que toque el timbre del recreo, un grupo de alumnos y alumnas de 3° año, se disponen al armado del “quiosco” o “bufete” que funciona bajo su propia gestión, como medio para recaudar fondos para la cena de fin de año.
El grupo, compuesto por varones y mujeres, ya desde el inicio trae una especie de contrato tácito entre sus integrantes.
Sin hablarlo previamente, y casi por reflejo, los varones, cargan con las cajas, instrumentos y mercaderías para el armado. Por otro lado, una de las chicas, se autoproclama a cargo de la caja de recaudación, y otras dos, al mismo tiempo avisan que van a preparar la cocina, para armar los sándwiches y panchos en ella.
Luego durante el recreo, en el quiosco, se ve una menor participación de los varones en la atención a los clientes.
Al finalizar la venta y el recreo, automáticamente cada uno de los jóvenes, vuelve a cumplir el rol que tuvo al principio, sin mezclarse los varones en la cocina, ni las chicas en la carga de las cajas.
Existe una serie de condicionantes culturales y económicos que hacen que las mujeres de los grupos sociales desaventajados continúen portando “imágenes de género” altamente tradicionales…” lo que se observa en la foto y situación descripta es que las propias adolescentes se identifican en el rol femenino básicamente basado en las tareas domésticas en contraste a la figura masculina en donde prevalece la “fuerza”.
• … En esta etapa de la vida, el “hacerse mujer u hombre” conlleva de un modo casi desmedido la articulación de formas de procesar los cambios corporales y de in-corporar las normas de organización social del género…”


Situación 2: en la sala de profesores…

Como cada año, los docentes especiales de Educación Física, se reúnen con el fin de programar las actividades del nuevo año lectivo.
Como regla general, se establecen las diferentes actividades deportivas y disciplinas que cada grupo practicará durante el año.
Por acuerdo o disposición automática o, por defecto, se da la práctica del fútbol para el grupo de los varones, sin que medie la posibilidad, que una alumna (femenina) tuviera la inquietud de practicar dicho deporte.
Obviamente, esta posibilidad se da a la inversa con los varones, puesto que se reservan los deportes de “menos rudeza” (como el voleibol, la natación, el atletismo, etc.) solamente al grupo de mujeres.

Los adolescentes pueden y deben ser reconocidos como sujetos con capacidad suficiente para ser tenidos en cuenta en los procesos referidos a su participación y al cuidado de sus cuerpos.
Una educación sobre la sexualidad integral dirigida a adolescentes se centrará en fortalecer a los/las alumnas/os como sujetos de derecho, a generare espacios para debatir sobre sus deseos, preocupaciones, inquietudes, pensamientos, ideales, etc. así como para valorizar y potenciar igualitariamente a los géneros, mas que para prevenir los riesgos siempre acechantes de la sexualidad entendida casi exclusivamente, como genitalidad.
Al ingresar en la adolescencia ya se han atravesado las etapas de socialización de la infancia. Los jóvenes ya habrán recibido de sus padres, madres, docentes y otras personas cercanas una cantidad de ideas saber lo que pueden y deben hacer los varones o las mujeres.
Las niñas ya habrán recibido muñecas, maquillajes y ollitas para sus cumpleaños, y los varones portaaviones, juegos de ajedrez y pelotas de futbol.
A partir de signos tan concretos como el disponer del patio del colegio y de espacios públicos para jugar al fútbol, ellos fueron habitando y construyendo sus cuerpos y sus identidades de un modo diferente que ellas. Probablemente, desde muy pequeños hayan accedido también al poderoso caudal de metáforas que indican, por ejemplo que los hombres son mas “racionales, fuertes, activos y valientes”, mientras que las mujeres son más “emotivas, débiles, dulces, asustadizas y dependientes”.
En esta etapa, el cuerpo atraviesa acelerados cambios hormonales que dejan huellas nada sutiles en la vida de las personas, dando lugar al desarrollo del cuerpo adulto.
La presunta fragilidad femenina instalará un orden de jerarquías simbólicas al dotar de un don especial a los varones, quienes podrán asistir a las mujeres en aquellas pequeñas cosa para las cuales se requiere fuerza.
Esas imágenes, esa definición de cuerpos, espacios y actividades para cada sexo, definen territorios y relaciones de género que, de algún modo, están incorporadas ya tal vez naturalizadas en la vida de un adolescente.


Situación 3: en el aula…

Ya durante la primera hora, e incluso en la formación, se notaba fácilmente que Luis, un alumno de 2° Año, no tenía el mejor de sus días.
La relación con sus pares, siempre estuvo acompañada de conflictos, aunque no obstante, no tenía problemas específicos, ni psicológicos, ni de conducta, ni siquiera pedagógicos. Luis sólo transita por la adolescencia de una manera, que lo sensibiliza un poco más que al resto.
La evaluación de Matemática, durante la 3° hora, significó una gran carga de stress para Luis, que incluso prefirió sentarse en el último asiento, quizás como mecanismo de refugio.
Al pasar treinta minutos del examen, Luis desiste. Se levanta de la silla dubitativo y entrega a la profesora su evaluación completamente en blanco. Ella automáticamente, y en presencia de todo el grupo de alumnos, pide explicaciones a Luis de manera directa y tajante. Luis, con la mirada llena de una mezcla de resentimiento, rabia e indignación, rompe en llanto incontenible ante la mirada atónita de la profesora y la risa de algunos integrantes del aula.
La profesora, con intensión de corregir la situación, invita a Luis a abandonar el aula y a modo de consuelo, sólo le expresa con seriedad: -¡Vamos alumno!, que los hombres no lloran.-
La expectativa de crianza del género masculino supone fuertes dosis de valentía, fuerza, coraje y exposición al riesgo. Los signos inversos, ligados con el temor, la suavidad, la ternura, son percibidos como “debilidad” y, por lo tanto, como característica “femenina” que no suele estimularse en la construcción de masculinidades.
En espacios públicos, para hacer lugar al despliegue de características consideradas habitualmente ”femeninas”: la capacidad de atención y cuidado hacia otro, la sensibilidad hacia las necesidades de un nuevo ser poniendo en suspenso las propias. Propone pensar el concepto de “maternizacion “, posible de ser ejercida tanto por varones como por mujeres, lo cual supone poner en funcionamiento toda la capacidad de desplegar el sostén de las nuevas generaciones, tanto para unos como para otras. Desde este punto de vista, los varones se verían obligados adormecer su masculinidad tradicional, situación difícil para muchos. Una revolución parental, según Badinter, se plantea como posible y necesaria para creare otro tipo de pareja y de familia con relaciones mas igualitarias y democráticas.
Otra perspectiva en una relación con el planteo de la democratización familiar propone concebir a la familia como una construcción social en forma de red sujeta a cambios históricos y culturales que incluya relaciones de ayuda mutua no solo entre parientes, sino también entre amigos, vecinos, coletas, etc.
La dimensión de los derechos, el concepto de género y la concepción de las adolescencias como tiempo de transformación, pueden colaborar en desplazar la habitual perspectiva de la adolescencia como etapa de crisis, portadora de rasgos y padecimientos diversos.
El genero como concepto relacional es transformador de miradas, productor de visibilidades y revelador de las relaciones de poder que constituyen lo femenino y lo masculino en el seno de un sistema de diferencias, jerarquías, hegemonías y subordinaciones.
La manera como construimos el género, ya sea individual o colectivamente tiene una relación con el ejercicio de nuestros derechos humanos.

El concepto de genero se refiere a la construcción social y cultural que se organiza a partir de la diferencia sexual….”

• …”Muchos de los nuevos trabajos histórico-deconstructivistas, siguen los pasos de Foucault: desencializar la sexualidad, mostrando que el sexo también está sujeto a una construcción social…”
• …”Muchos fueron los aportes de la categoría de género para el análisis del complejo mundo de lo social. En primer lugar, la inclusión de una visión que incorpora a los varones en el análisis sobre la situación sobre las mujeres…”
• …”El problema no era entonces “las mujeres” sino las relaciones de poder desigual entre varones y mujeres…”
• …”Señalar la variabilidad de las definiciones históricas y culturales en relación con las identidades y jerarquías de género permitió avizorar la necesidad de articular distintas dimensiones de análisis para una mejor comprensión de las relaciones sociales…”
• …”El lugar del cuerpo en las identidades y relaciones de género.
La ropa, los modos de sentarse o de caminar, el estímulo a la practica de deportes signados genéricamente e incluso, la modalidad de demostración física de afectos o la forma de exponer el cuerpo en las peleas son construidos por normas simbólicas de género y , a la vez, construyen emblemas de virilidad y feminidad acordes con los contextos que los que se inscriben.
Así la conformación de identidades femeninas y masculinas y de relacione sociales de género esta fuertemente atravesada por mandatos y practicas corporales en un incesante vaivén…”


BIBLIOGRAFIA:

Morgade G. “Educación en la sexualidad desde el enfoque de género. Una antigua deuda de la escuela”
Ministerio de educación. “Educación sexual integral en la escuela secundaria”. Educar
Fau Eleonor “¿Escrito en el cuerpo? Género y derechos humanos en la adolescencia.
Wainerman y otros “La escuela y la educación sexual”. Manantial SRL (2008).